Andorrano, andorrano

Al loro:

Detrás de estas letras estoy yo, Álvaro, un tipo nacido en el 82, la mejor añada que he conocido hasta la fecha (si no es la tuya, lo siento).

La Seguridad Social dice que llevo trabajando como autónomo desde el 1 de mayo de 2004.

La Hacienda española me ha crujido a impuestos. Qué te voy a contar a ti, ¿verdad?

Bien.

Aquí no voy a poner una foto con mi cara. Aunque soy resultón, eso no aportaría valor a la historia.

Tampoco te diré que me curtí en La Razón, El País y El Mundo por dos motivos:

  1. Es mentira.
  2. Ser buen periodista es enemigo de ser buen copy.

De lo último estoy plenamente convencido. Tan convencido como de lo primero. Es casi imposible ser buen periodista y a la vez buen copy. Igual por la rigidez universitaria o por lo que sea, pero casi siempre es así.

Del tema universitario también controlo un poco. Cuando tenía más pelo dominaba lo que pasaba fuera del aula. ¿No me crees? Aquí tienes la clave: soy Diplomado en Ciencias Empresariales.

Sí, puedes hacer la coña: "El que vale vale y el que no para Empresariales".

No lo desmiento.

Podría ser.

De hecho, creo que es.

Después de eso me matriculé en la UNED para completar la Licenciatura en Economía. Esa era la idea. Acabar la Licenciatura. El plan salió justo al revés, fue la carrera la que acabó conmigo.

Ambiente universitario vs. profesores avinagrados de 61 años.

Tú me dirás.

Elegí lo primero, pero el ritmo universitario era alto y había que comer.

En ese momento decidí comer gracias a las palabras, aunque Juanjo, el profesor de lengua, que ahora es alcalde de mi pueblo, decía que no llegaría muy lejos porque era incapaz de diferenciar el complemento directo del indirecto.

Esto tampoco lo desmiento.

Podría ser.

No importa. Aquí me tienes:

El mejor copy andorrano que conozco.

Y, probablemente, el mejor que tú llegarás a conocer.

Prueba.

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